Fragmento extraído del cuento “La laguna que yo quiero” de Juan Carlos Gambarotta Lee atentamente y contesta: “En la región de los palmares, hay una laguna grande que se comunica con un arroyo angosto que desemboca en el mar” En un tiempo la laguna tuvo muchísimos cisnes de cuello negro y también flamencos. Los cisnes comen algas que recogen del fondo, estirando su cuello bajo el agua. También los pececitos más chicos comen algas, pero nunca habían sido demasiados como para sacarles el alimento a los cisnes porque los peces grandes se los iban comiendo. Los flamencos comen larvas de camarón y como cada año entraban a la laguna, desde el mar, millones de camarones, los flamencos estaban bien comidos. Los peces grandes eran peces del mar. Así es como en invierno y primavera, cuando el arroyo tenía más caudal, millones de peces chicos y grandes (corvinas, pejerreyes, sardinas) lo remontaban hasta llegar a la laguna. Un los años y ya había decenas y decenas de redes atrave
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